Zona
El Macizo del Garraf, limitado por el sistema Prelitoral, la sierra del Ordal, los llanos del Penedès, del Litoral, del Garraf y el Mediterráneo, es una gran masa calcárea. Constituye una sucesión de colinas de altura – algunas ascienden a más de 500m de altitud – que arrancan con gradientes del 30% y hasta el 50%, dejando torrentes y ramblas que marcan cortes estrechos y profundos.
Esto limita la cantidad de tierra cultivable.
Orografía
El Garraf vitivinícola es un área restringida del Garraf tradicional. La finca de Can Ràfols dels Caus, situada a unos 300m de altitud se alza entre los valles de dos torrentes, rodeada de viñedos que escalonan las pendientes. Desde las parcelas más altas, como “la Calma” o “el Rocallís” se puede ver el mar, a unos 15km. Esta situación es la clave en la obtención de uvas sanas, puesto que quedan protegidas de los aires húmedos de las zonas muy próximas al mar, pero guarecidas también del granizo del Ordal o dels Prelitoral.
Clima
El Macizo del Garraf tiene un mesoclima muy particular. Los días con mucha insolación son muy calorosos, pese al efecto termorregulador del mar, que ofrecen a partir del medio día brisas marinas que refrescan y permiten que las plantas completen el ciclo vegetativo y que no le falte maduración al fruto. Dentro de un clima Mediterráneo seco, la oscilación térmica en el período final de maduración es de 24°C, con máximas de 38°C y mínimas de 14°C, que proporcionan un tiempo de maduración más prolongado, permitiendo que la concentración de azúcares y la madurez polifenólica aumenten lentamente. Todo esto deriva en el desarrollo de moléculas aromáticas más fragantes y sutiles. Las precipitaciones son escasas, de unos 350 Lt/m² en período de vegetación.
Vegetación
A la zona dominan las especies bajas de matorral y plantas de aroma concentrado como el tomillo, el romero, el poleo y la mejorana. No resulta, pues, extraño que a menudo los vinos de Can Ràfols dels Caus tengan aromas de matas de monte.

También crece de forma endémica el margalló (palmito), especie protegida, y en las vaguadas crecen las encinas y los robles, así como árboles de ribera en los lugares más húmedos. Zonas de cultivo de olivos, almendros y viñedos se abren entre bosques de pinos.
Suelo
El suelo consiste en estratos de calizas dolomías asentados sobre subsuelos de rocas dolomías y arcillas blancas, azules y rosas. La zona es cárstica, dominada por simas, cuevas, madrigueras e infinidad de tarteras. Se trata de un suelo poco profundo de unos 40cm, y con contenidos de hasta un 40% de cal activa, características que limitan la producción. Debido al origen marino de la zona, podemos encontrar diferentes tipos de fósiles en parcelas como “la Calma” o “el Rocallís”.

Los principales terrenos de la propiedad son las tierras calcáreas “blancas” o las arcillas con nódulos de cal, denominados “cerebros de gato”. Esta riqueza fósil proporciona muchos microelementos y minerales absorbibles por la planta, que conferirán una mayor personalidad al vino. El material calcáreo domina en las zonas productoras de grandes vinos que tienen un carácter muy acusado, mucho más potencial de envejecimiento, más perfilados y que conservan bien la acidez.
 
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